

Este vino, proveniente de nuestras mejores parcelas, bañadas por las aguas de la Ribera del Duero para conseguir un tempranillo moderno donde la expresión de su elegante fruta negra y roja combinan a la perfección con los aromas especiados y maderas nobles de los bosques de Francia (Tronçais) y EEUU (Missouri) obtenidos durante su guarda de 14 meses.
Cata:
Fase visual: Cardenal muy subido con intensos tonos amoratados y capa muy cubierta.
Fase olfativa: En nariz penetrante y vivo con aromas de frutas rojas y negras, rescas de la gama de la
ciruela, guinda, zarzamora y frambuesa. Limpios y nítidos toques terciarios procedentes de la crianza del vino, con regaliz, café, lactonas medias, maderas finas con fondo de pan tostado.
Fase gustativa: Buen nervio, con un vivo esqueleto de taninos dulces que bien conjuntados con una media acidez, dan expresividad y longitud al vino, donde persisten las mismas sensaciones de la nariz, repitiéndose sensaciones muy limpias y nítidas de fruta fresca, café, regaliz, madera y torrefactos. En boca es poderoso y bien estructurado. Dulces y vivos taninos pulidos con la madera limpia. Es un vino que deja un final vivo, persistente, con elegantes torrefactos de maderas nobles.
El viñedo
Fincas de LOS APRISCOS, VIÑAS ROSAS, EL ALMENDRO, LA HINOJERA y VALDEBANIEGO. Viñedos situados en las proximidades del Monasterio de Santa María de Valbuena, cuna del nacimiento de la Ribera de Duero donde los monjes cistercienses reintrodujeron el cultivo de la vid en la Edad Media.
El vino
Vino de crianza elaborado con uvas seleccionadas de la variedad Tempranillo. Crianza de 12 meses en robles americanos de los bosques de Missouri y roble francés.
Tras el paso en barrica y embotellado pasa 12 meses más de crianza y afinado en botella, terminando de pulir los taninos y madurando los aromas.
Cardenal muy subido con intensos tonos amoratados y capa también muy cubierta; En nariz, penetrante y vivo con aromas de frutas rojas y negras rescas de la gama de la ciruela, guinda, zarzamora y frambuesa, entre limpios y nítidos toques terciarios procedentes de la crianza del vino, con regaliz, café, lactonas medias, maderas finas con fondo de pan tostado. Buen nervio, con un vivo esqueleto de taninos dulces que bien conjuntados con una medida acidez, dan expresividad y longitud al vino, donde persisten las mismas sensaciones.